jueves, 29 de enero de 2015

rEDUvolution - Capitulo 5

De una educación basada en la EVALUACIÓN a una educación basada en el APRENDIZAJE. INVESLUAR
"El examen estará compuesto de 18 preguntas de desarrollar y 2 de tipo test, en las de desarrollar habrá que poner correctamente los nombres, además serán penalizados los errores de ortografía. Infelizmente hay partes que serán de memorización, pero creo que entrenar nuestra memoria viene bien en nuestra vida diaria, creo entonces que no habrá problemas". Así nos contestó, un profesor de clase, las dudas que teníamos de como sería su examen.
El capitulo cinco del libro de María habla de algo que molesta, pero demasiado. La evaluación.
¿Cuántos de nosotros hemos pasado mal por no haber aprobado el examen? 
¿Cuántos de nosotros hemos llorado, hemos estado tristes y desilusionados con la vida por haber suspendido un examen?
Lo peor de todo es cuando nos hemos esforzado un montón, días, horas, noches y al final alguien decide que no fue suficiente.
Poner un número a algo es curioso, cuando jugaba al FIFA o al PES (fútbol en la playstation) me preguntaba porque ponían determinado nivel a cada jugador, como si eso fuera lo que le representaba en la vida real, por ejemplo no llevaba en consideración que Zizou era un hombre calmado, pero había dado un día un cabezazo a Materazzi. Incluso jugadores famosos como Pelé o Maradona eran extremamente fuertes, como si la imaginación ganase vida a la hora de crearles.
Cuando hablamos de la evaluación en la escuela (no podemos olvidar que pasa lo mismo incluso en la universidad) es totalmente injusta. 
Nadie quiere aceptar, pero las notas solo nos llevarán a lograr un diploma y nada más, porque cuando empecemos a trabajar tendremos que aprender todo otra vez, incluso lo que jamás veremos en la universidad o en la escuela. Otro mal de este tipo de evaluación es la creación de competitividad entre los alumnos, que nada tienen que ver con las empresas, sus futuras "segadoras de vida", pues un estudiante siempre está dispuesto a sacar notas, pero no está preocupado en el aprendizaje, en lo que le va servir. Quien crea este ambiente es justamente el profesor, que lleva en su ideología de vida esta característica heredada de su educación, convirtiendo sus alumnos en pequeñas máquinas de hacer exámenes.
Nuestros profesores tienen cada uno su manera de evaluar, dependemos de la suerte de tener uno que se acerque a lo que somos, si somos pragmáticos o teóricos, podemos pasar por esta experiencia de una manera más amena, pero si nos toca uno que nada tiene que ver con los pensamos, entonces habrá que estudiar, que sufrir y bajar la cabeza (lo que no deberíamos hacer). Porque la evaluación es algo subjetivo que la detiene una persona solamente, como si fuera la única con opinión correcta y exacta sobre la asignatura.
Este capitulo también nos propone cambiar de la evaluación corriente a una evaluación investigadora, INVESLUAR, en la que participan no solamente los estudiantes, sino también los profesores y la institución, una manera mucho más saludable y justa buscando desarrollar el hábito de reflexionar sobre sus propias dinámicas, actitudes, pensamientos, evoluciones, defectos, etc.
Hay muchas opciones para evaluar de manera cualitativa y no cuantitativa como en el modelo actual de educación. Las entrevistas, las reuniones, los cuadernos de campo, los blogs, como el que estoy escribiendo ahora. Posibilitando evaluar el proceso por completo, haciendo en vez de una pequeña actividad una actividad sin fin, pero que se puede recorrer sus principales objetivos y de manera justa INVESLUAR sobre ello.

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